El 20 de enero de 1999, aparece por primera vez un gusano informático que felicitaba el año nuevo (un poco tarde, eso sí) con fuegos artificiales en una ventana de Windows, conocido como Happy99. Se propagaba por correo electrónico y USENET, en un archivo adjunto .exe que, al abrirlo, además de los fuegos artificiales, infectaba el archivo del sistema WSOCK32.DLL y se adjuntaba automáticamente en todos los mensajes de correo y USENET que mandase el usuario.