Con un eslogan de lógica aplastante, Rank Xerox, antigua filial europea de Xerox Corporation, anunciaba sus microordenadores en la España de los 80.

Concretamente, era el Xerox 820-II, un equipo con procesador Zilog Z80A, 64 kb de memoria RAM y sistema operativo CP/M, antecesor de MS-DOS. Estaba pensado para entornos profesionales.