El 8 de enero de 1889, Herman Hollerith patentó un invento que revolucionó el tratamiento de la información: la máquina tabuladora. Funcionaba a base de tarjetas perforadas en posiciones dadas para almacenar los datos, tal y como hacían otros dispositivos como el telar de Jacquard y como harían años más tarde los primeros ordenadores. El Gobierno de los Estados Unidos la eligió para realizar el censo de 1890.

Para comercializar su invento, en 1896 fundó la Tabulating Machine Company. Fue una de las cuatro empresas que se fusionaron en 1911 para crear la Computing-Tabulating-Recording Company (CTR), que en 1924 cambió su nombre por International Business Machines Corporation (IBM).