Los ordenadores infantiles eran uno de los regalos que los Reyes Magos traían a los niños en los años 90. Entre ellos estaban los Ordilingua, Ordiplus, Ordipeque, Ordimax… de la juguetera española IMC.

No eran ordenadores completos, estaban pensados para que los niños de cualquier edad aprendieran jugando, ya fuera lengua, matemáticas, música o geografía.

Con el tiempo, los ordis pasaron a ser compus (por aquello de abrirse al mercado internacional), como vemos en esta captura de la web de IMC en 2001. A finales de ese mismo año rediseñaron la web, y desde entonces los ordenadores desaparecieron misteriosamente. Hoy en día son objeto de coleccionistas.