Por si no tuviéramos bastante con los virus y troyanos, llega una nueva forma de fastidiar al usuario: el secuestro de ficheros. Esto consiste en codificar los ficheros de tal forma que el usuario no pueda abrirlos, a menos que pague un rescate. Un cliente de Websense, una empresa de San Diego, California, fue afectado por este tipo de ataque. Finalmente pudo liberar los ficheros sin pagar el rescate gracias a Joe Stewart, de Lurhq Corporation, que investigó sobre ello.
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