El 25 de octubre de 2001, Microsoft lanzó su sistema operativo más duradero y tal vez más querido: Windows XP. Sucedió a Windows 2000 en el ámbito empresarial y, sobre todo, al fracasado Windows Me en el doméstico, dejando atrás el núcleo MS-DOS y apostando por el de Windows NT, mucho más estable.

Durante su fase de desarrollo, su nombre en clave fue Whistler, de Whistler Blackcomb, una estación de esquí en Columbia Británica (Canadá) donde iban a esquiar muchos empleados de Microsoft. El proyecto se inició a principios de 2000, y era la fusión de otros dos: Neptune y Oddysey, ambos iniciados un año antes. Curiosamente, Blackcomb fue un nombre en clave de lo que después sería Windows 7.

Entre las novedades de Windows XP está su interfaz gráfica Luna, con los bordes redondeados y los botones de minimizar, maximizar y cerrar más grandes, aunque se puede elegir el estilo clásico de Windows 9x. También incluye el Escritorio Remoto, el Firewall y soporte para redes inalámbricas.

El famoso fondo de pantalla “Bliss” o “Felicidad” es un paisaje fotografiado por Charles O’Rear en el Valle de Napa, un lugar muy conocido por sus viñedos en California (Estados Unidos).

El gran éxito de Windows XP, unido al retraso (y posterior fracaso) de Windows Vista, hicieron que fuera el sistema operativo de escritorio más usado durante una década, por lo que Microsoft alargó su soporte hasta el 8 de abril de 2014, casi 13 años después de su lanzamiento. Los sistemas embebidos (entre ellos muchos cajeros automáticos) siguieron recibiendo soporte hasta el 9 de abril de 2019.